Con el apagón masivo que sufrió España el pasado lunes, las neveras y
congeladores dejaron de funcionar. Esto podría poner en riesgo la
seguridad de la comida en su interior. ¿Cómo podemos saber si un alimento
está en buen estado después de un incidente de este tipo?
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Entre las múltiples incidencias de un apagón masivo como el que se sufrió en
España el pasado lunes, está que las neveras y congeladores dejen de
funcionar, lo que podría poner en riesgo la seguridad de la comida en su
interior. ¿Cómo hay que proceder en estos casos?
Gemma del Caño, farmacéutica experta en seguridad alimentaria y divulgadora,
explica a SINC que cuando no sabes cuánto va a durar un apagón “tenemos que
ponernos en el peor de los casos” para tener precaución con la comida.
“Lo primero que debemos hacer es ir a la nevera y agrupar los alimentos que
estén bien envasados para que entre ellos aguanten bien el frío”, señala del
Caño. El congelador, si está lleno, puede conservar bien la comida hasta 48
horas, y 24 si está a la mitad.
Además, la clave está en abrir la nevera y el congelador lo mínimo posible.
Según las recomendaciones de la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria,
si no se abre la nevera, en general, los alimentos se conservarán fríos
alrededor de cuatro horas.
En casos de periodos de tiempo prolongados, se puede comprar hielo seco o
bloques de hielo para mantener el congelador aún más frío. Según esta
institución, con 20 kilos de hielo seco se puede mantener frío un congelador
de 500 litros durante dos días.
CONSERVACIÓN A MENOS DE 4ºC
Sobre la comida en la nevera, los tiempos cambian según el tipo de
alimento. En general, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición recomienda una conservación de temperaturas de 4 ºC o
inferiores.
“Si está por debajo de 4 °C, no hay mayor problema. Si ha estado por
encima de esta temperatura, algo que puede pasar si el apagón dura más de
seis horas, tenemos que ver qué tipos de alimentos tenemos en la nevera”,
señala Del Caño.
Según la farmacéutica, los alimentos de mayor riesgo son la carne, el
pescado, las salsas con huevo, la leche o el queso fresco, que tendrán que
ser desechados. Otros, como el queso, los huevos y el embutido, tienen
menos riesgo, y no es necesario tirarlos. La verdura y fruta fresca entera
puede aguantar, pero las que estén cortadas se tienen que desechar.
Si han sido justo seis horas, Del Caño señala que se pueden cocinar estos
productos y comerlos inmediatamente o congelarlos. “Lo que es peligroso,
es congelar después de que hayan pasado las seis horas”, subraya.
Además, la experta advierte que “no te puedes fiar solo de que no tenga
mal olor y mal aspecto”, ya que la carga microbiológica que tenga el
alimento puede ser alta sin parecerlo.
En la página web del Departamento de Salud y Servicios Humanos de Estados
Unidos también ofrecen una tabla pormenorizada con cómo proceder con cada
alimento.
Artículo publicado originalmente en SINC
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